Etiquetado: Luc Besson

Reseña: Lucy

La sexy Scar Jo
El mito de que el ser humano utiliza únicamente el 10% de su actividad cerebral es encantador. Quiere decir que el potencial está allí, frente a nosotros, incapaces de hacerlo rendir. Quiere decir que, en el fondo, existe algo así como la democracia biológica. El límite intelectual es parejo y absolutamente nadie ha sido capaz de superarlo. Además, se trata de un límite bajísimo, apenas una huella de nuestra capacidad de conocimiento. Somos Ferraris conduciendo en vías de baja velocidad. Tan sólo de repetirlo, uno se imagina las delicias de rebasar las fronteras del supuesto nuevo grado y el dominio de aquello que por ahora nos es misterioso, incomprensible. Las preguntas del hombre sobre sí mismo se diluirían como azúcar en agua. Lo interesante de esta falaz teoría es que eso ya está allí, lo que hace falta es encontrar la llave de la puerta del conocimiento. No tendría ningún factor maravilloso el hecho de que el hombre domine su intelecto a tope. Borde que, paulatinamente, para los especimenes más evolucionados, se ensancharía. En el futuro. En un tiempo muy, muy lejano, para cuando estemos muertos y los humanos tengan una apariencia diferente a la que estamos acostumbrados. En el hipotético desaprovechamiento no hay que esperar la lenta y aburrida evolución. Vivir en la estupidez del 10% nos permitiría hacerlo aquí y ahora, si tan sólo hubiera un modo de despertar el resto.

Lucy (2014) del director más hollywoodense de Francia, Luc Besson, explota la premisa. ¿Qué pasaría si un ser humano alcanzara su total capacidad neuronal y cognicitiva? El resultado es una cinta de acción y ciencia ficción más o menos decorosa. Sigue leyendo